Los frenos de disco mecánicos se controlan mediante un cable Bowden. Cuanto más lejos y más fuerte se tire de la palanca de freno, mayor será la fricción y el efecto de frenado. En comparación con los frenos hidráulicos, el sistema de frenos mecánicos tiene la desventaja de que la dosificación es algo peor. Sin embargo, los discos de freno mecánicos son más rápidos y fáciles de reparar en caso de avería, ya que no se necesitan herramientas especiales. Suelen funcionar con un pistón de una sola cara, es decir, el disco de freno es presionado por el pistón móvil contra el forro interior, que está firmemente anclado en la pinza de freno. A pesar de todo esto, es importante mantener y revisar el freno regularmente.